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Liu Jiakun: diseñar con empatía y visión

El ganador del Premio Pritzker 2025 ha creado estructuras pensadas en retomar el espacio y la vida en comunidad dentro de ciudades densamente pobladas

Por Adriana Santa

La arquitectura va más allá de las fachadas estéticamente atractivas. Cada estructura forma parte de una amalgama que envuelve a la comunidad y, así, a la sociedad. Cuando se diseñan estructuras, se construye parte del mundo en el que las personas transitan, donde viven memorias inolvidables, respiran paz y armonía. O, por el otro lado, un plano pensado solo en la estética y no la funcionalidad ni el entorno puede suponer un obstáculo en un marco fragmentado. El arquitecto chino Liu Jiakun tiene dicha filosofía muy clara. 

El profesional del diseño humanista fue galardonado este año con uno de los honores más altos en la arquitectura: el Premio Pritzker. Es una distinción que lo posiciona, sin duda alguna, dentro de una estrecha lista de los arquitectos más destacados mundialmente, que han generado contribuciones consistentes y significativas a la humanidad y al entorno construido a través del arte de la arquitectura.

West Village. Foto cortesía de Chen Chen y del Premio de Arquitectura Pritzker.
West Village. Foto cortesía de Chen Chen y del Premio de Arquitectura Pritzker.

“En un mundo que tiende a crear periferias monótonas, él ha encontrado la manera de construir lugares que son edificio, infraestructura, paisaje y espacio público al mismo tiempo. Su trabajo puede ofrecer claves importantes para enfrentar los retos de la urbanización en una era de rápido crecimiento de las ciudades”, comentó Alejandro Aravena, presidente del jurado y laureado Pritzker 2016.

Mientras, Jiakun no se encasilla a un solo estilo. En su lugar, usa su sabiduría y sentido común para caminar al ritmo de las masas que habitan el tiempo suspendido en esos muros.

Dentro del bullicio multitudinario de las ciudades vanguardistas, donde el lujo del espacio es escaso, sus obras dan un tan codiciado respiro. Un espacio tampoco tiene que ser una cosa o la otra. Los diseños del galardonado son antónimos de segregación, como es el caso del proyecto West Village (2015) en Chengdu, China. El contundente espacio se destaca como una isla de verdor en un océano de asfalto.

Novartis (Shanghái), Bloque C6. Foto cortesía de Arch-Exist y del Premio de Arquitectura Pritzker.
Novartis (Shanghái), Bloque C6. Foto cortesía de Arch-Exist y del Premio de Arquitectura Pritzker.

A lo largo de sus obras, Jiakun demuestra un profundo respeto por la cultura, la historia y la naturaleza, reinterpretando elementos clásicos de la arquitectura china. Los aleros planos del Museo de Ladrillos Imperiales de Suzhou (2016) y los muros de ventanas del Pabellón Lancui en el Humedal Egret Gulf (Chengdu, 2013) evocan pabellones milenarios. Los balcones escalonados del edificio Novartis C6 (Shanghái, 2014) recuerdan torres de diversas dinastías.

En su andar, el ganador del Premio Pritzker 2025 ha dejado claro que la mejor arquitectura es la que integra las necesidades humanas, del entorno y la naturaleza con visión, empatía y estética. 

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