El techo es un componente crítico de cualquier infraestructura comercial o residencial, ya que ofrece protección y garantiza la seguridad de la propiedad y sus ocupantes. Sin embargo, incluso los mejores techos construidos pueden sufrir filtraciones con el tiempo. Las goteras pueden deberse a varios factores, desde una instalación inadecuada y el envejecimiento hasta la falta de mantenimiento y eventos climáticos severos. A continuación, exponemos en detalle, algunas causas de un techo con goteras:
● Mala instalación de techo: La instalación incorrecta es una de las principales causas de goteras en los techos. Si el techo no está colocado correctamente, pueden aparecer huecos, uniones sueltas e impermeabilización inadecuada, creando vías para que el agua se filtre en el edificio.
● Edad y meteorización: Un techo siempre está expuesto a las condiciones climáticas, desde calor intenso, lluvias y tormentas.
● Falta de mantenimiento: No realizar inspecciones y mantenimiento de rutina puede resultar en problemas no detectados. El mantenimiento regular del techo ayuda a identificar problemas potenciales.
● Agua estancada: Los techos planos o de baja pendiente pueden experimentar agua estancada después de fuertes lluvias. Si no se drena adecuadamente, el agua estancada puede deteriorar los materiales del techo, provocando goteras y daños estructurales.
● Drenajes obstruidos o bloqueados: Los desagües del techo bloqueados u obstruidos impiden que el agua fluya fuera del techo, lo que provoca acumulación de agua y posibles fugas.
● Puntos de Intrusión: Los techos, en especial los comerciales, suelen tener varias protuberancias, como unidades HVAC, respiraderos, tuberías y tragaluces. Los puntos de penetración mal sellados o dañados brindan fácil acceso al agua que puede causar goteras en el techo.
● Problemas intermitentes: El tapajuntas sella las juntas y transiciones especialmente en un techo comercial. El agua puede infiltrarse en el sistema del techo si el tapajuntas está dañado, instalado incorrectamente o degradado.
● Eventos climáticos severos: Las condiciones climáticas extremas, como huracanes, tornados y tormentas severas, pueden dañar los techos al desprender materiales, arrancar tejas o causar daños estructurales que provocan goteras.
● Reparaciones desatendidas: Retrasar las reparaciones necesarias del techo puede empeorar los problemas existentes, permitiendo que el agua penetre y cause más daños.
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